domingo, 11 de diciembre de 2011

Soplar en vehiculo y en bares

En Francia, desde 2006 el alcohol se ha colocado por delante de la velocidad como primera causa de los accidentes mortales de coche. Se le atribuye cerca del 31% de los casos. Ni las sucesivas campañas de prevención e información, ni el endurecimiento de las penas por acción delictivita al volante han logrado reducir esta cifra que se mantiene obstinadamente estable a lo largo de los años. La introducción de alcoholímetros en los vehículos es una de las medidas que el Gobierno francés quiere establecer para frenar esta siniestralidad. Comenzará en primavera so pena de recibir una multa de 11 euros. La iniciativa pretende inculcar el hábito de verificar el estado de ebriedad antes de tomar el volante, de la misma forma que ponerse el cinturón de seguridad se ha convertido en un reflejo, y se suma a varias medidas tomadas ya en este sentido.



Además, desde el día 1 de diciembre, todos los bares con licencia para vender alcohol más allá de las dos de la madrugada y las discotecas, unos 5.500 establecimientos en todo el país, tiene que estar en disposición de ofrecer a sus clientes alcoholímetros para que puedan verificar que no se sobrepasan los 0,5 gramos de alcohol en sangre autorizados por la ley. Los establecimientos pueden escoger entre dispositivos químicos, de uso único, o electrónicos, que se pueden utilizar varias veces.



La legislación francesa prevé ya la obligación de llevar estos medidores desde los años setenta, pero nunca se publicó su decreto de aplicación. "Entonces, los alcoholímetros no eran tan fiables, eran más caros, y tenían una fecha de caducidad muy rápida", explica Jean-Noël Fournier, director de prensa de la oficina del Gobierno de Seguridad Vial. Desde 2007, el Gobierno se ha volcado en la promoción de estos aparatos, cuando lanzó una campaña de concienciación y comercialización de alcoholímetros a un euro y de dispositivos electrónicos reutilizables, a 100 euros.La iniciativa es, ante todo, preventiva, dado que no se trata de dispositivos que impidan arrancar el vehículo, sino de alcoholímetros normales destinados a que cada conductor pueda verificar si sobrepasa o no el límite legal. "La idea es que después de una cena o de una fiesta, si tiene dudas, tenga a mano un alcoholímetro", explica Jean-Yves Salaün, delegado general de la Asociación Prevention Routière, para quien la iniciativa es una más para ayudar a concienciar a la población. "Hasta ahora había que ser especialmente previsor, comprarlo de antemano, y no se encuentra fácilmente, no se encuentra en todas las farmacias", añade.



Sin embargo, la legislación sí prevé que los jueces puedan ordenar, como complemento de pena a los conductores con tasas de ebriedad elevadas -más de 0,8 gramos de alcohol en la sangre- que instale en su coche un alcoholímetro que impida el arranque de su coche. La medida está todavía pendiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado y debería entrar en vigor próximamente. "En este caso estamos hablamos de personas que tienen un problema serio con la bebida", dice Salaün. "En la gran mayoría de los casos de accidente mortal relacionados con el alcohol se trata de personas con tasas muy elevadas", recalca.



Desde el año 2010, los autobuses escolares que salen de la fábrica también están equipados con aparatos que obligan al conductor a soplar para verificar su estado de alcoholemia para poder arrancar el vehículo. Se calcula que a finales de 2015, con la renovación de las flotas, el dispositivo estará ya instalado en todos los autobuses escolares.



El año pasado, el 30,8% de los muertos en accidentes de coche, unas 1.150 personas, están vinculadas al consumo del alcohol. Las noches de fin de semana el porcentaje se dispara hasta el 58,7%. La estadística se ceba en particular con los jóvenes: cada semana, 19 conductores o pasajeros de 15 a 24 años se dejan la vida en la carretera, siete de ellos en accidentes relacionados con el consumo de alcohol.



fuente: http://www.elpais.com/

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